Si se ha tomado la decisión de empezar un negocio de venta de ropa, parece que no cabe duda: hay que decantarse por la ropa de bebé, la que abarca desde el momento del nacimiento hasta los cuatro o cinco años. Entre las múltiples y variadas recomendaciones para iniciarse en el emprendimiento rentable, existe cierta unanimidad en que este negocio está en alza. A pesar de que la natalidad en España ha descendido, el hecho es que los bebés se han convertido en los grandes “consumidores”.
Los hábitos de consumo han cambiado tanto en los últimos años que los niños entre 0 y 4 años son ahora un mercado de primer orden. Parece un contrasentido que en una época en que la natalidad es más escasa que nunca, vender ropa y accesorios para bebés tenga presente y futuro comercial. Pero lo tiene. Los hijos, sobre todo si son los primeros, han pasado a ser los reyes del presupuesto familiar. A su vez, todos los expertos comerciales coinciden en que la exposición de estos productos para infantes en redes sociales se está multiplicando y esto influye en su demanda. Además, no se puede olvidar que un bebé crece casi de semana en semana y sus necesidades de prendas son más grandes que las de niños de más edad o las de las personas adultas. Por último, existe otro factor para ayudar a la rentabilidad y es que, hoy en día, en estos productos no se compara tanto los precios como antes, ya que debido a que las familias no son tan numerosas, se dedica más dinero a cada hijo.
Para emprender en el mundo de la ropa de bebé, destinada a niños a partir de los cinco años, hay que observar una serie de recomendaciones. Las primeras son las habituales para todo el que pretenda montar un comercio:
Realizar un plan de negocio, al cual ceñirse estrictamente (inversión, gastos, mercado, público al que se dirige, etc.)
Elegir un local con posibilidades de funcionamiento comercial;
Buscar asesoramiento como cualquier trabajador por cuenta propia para los asuntos fiscales, administrativos, contables y laborales, etc.
Realizar los trámites burocráticos necesarios para abrir el negocio (licencias de apertura, permisos, etc.)
CONSEJOS ESPECÍFICOS PARA TRIUNFAR CON LOS BEBÉS
Un establecimiento de venta de ropa de bebé cuenta, sin embargo, con una serie de características propias a la hora de montarlo que son las siguientes:
Decidir si se va a vender sólo ropa o también accesorios para bebés como mobiliario, biberones, cochecitos, juguetes, adornos…Es muy frecuente empezar con una gama de producto y, si el negocio marcha bien, ampliar la oferta.
Dedicar todo el tiempo que sea necesario a encontrar los proveedores adecuados. Hay que conocer las marcas existentes, estudiar cuáles son las más solicitadas o los precios de los mayoristas. Aunque el aspecto de los proveedores es común a cualquier comercio, en el caso de los bebés debe afinarse aún más dada la especial naturaleza del “cliente” que va a usar los productos. Aquí la calidad debe primar por encima de muchas otras consideraciones. Internet y la asistencia a las ferias del sector son dos maneras muy válidas para empezar a conocer a los proveedores.
Optar por una tienda monomarca o multimarca. Y lo que es muy importante, decidir si el negocio va a ser independiente o franquiciado. La franquicia es una modalidad comercial muy presente en este tipo de comercio debido a que las marcas del sector están muy concentradas y suelen franquiciarse. En la actualidad, es posible entrar en una franquicia a partir de 20.000 euros.
Elegir una marca comercial original y atractiva. Una tienda de otro producto, por ejemplo, una zapatería o una pastelería, pueden llamarse “Herederos de Gómez” o “La de la esquina” y tener toda la rentabilidad posible. Una tienda para bebés tiene que tener un nombre adecuado, que sea un reclamo para los padres, que evoque el mundo de los más pequeños y que se recuerde fácilmente.
Si también hay venta online o si sólo se vende por internet, se aconseja ofrecer toda la información posible de cada prenda o producto. Hay que tener en cuenta que muchos clientes son padres primerizos. No es suficiente con mostrar la prenda y las tallas disponibles. Es necesario definir su composición, los cuidados de mantenimiento y lavado, indicar para qué etapa de la vida del bebé es cada producto y ofrecer cuantos más consejos mejor.